PRIMERO DE BACHILLERATO

LA ÉPICA: EL CANTAR DE MÍO CID
CASTILLA DE MANUEL MACHADO
Castilla  
A Manuel Reina. Gran poeta

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos,
—polvo, sudor y hierro— el Cid cabalga.

Cerrado está el mesón a piedra y lodo...
Nadie responde. Al pomo de la espada
y al cuento de las picas, el postigo
va a ceder... ¡Quema el sol, el aire abrasa!

A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal, responde... Hay una niña
muy débil y muy blanca,
en el umbral. Es toda
ojos azules; y en los ojos, lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.

«¡Buen Cid! Pasad... El rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El Cielo os colme de venturas...
En nuestro mal, ioh Cid!, no ganáis nada».

Calla la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: «¡En marcha!»

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
—polvo, sudor y hierro—, el Cid cabalga.


El Cid derrota al moro Abdalla



LA LÍRICA CULTA DE LA EDAD MEDIA
LA POESÍA CULTA Y CORTESANA MEDIEVAL
Está formada por los cancioneros castellanos y aragoneses del siglo XV. Son éstos colecciones de poesía , compilada bajo la protección de reyes y nobles mecenas que responde a los nuevos gustos y costumbres cortesanos, en donde el noble ya no es sólo guerrero y político, sino cortesano, mecenas y cultivador él mismo de poesía. Leídos colectivamente, cumplen una función social de primer orden. Son numerosos, aunque los más importantes son  el Cancionero de Baena, el de Estúñiga, el Palacio, el de Herberay des Essarts y el Cancionero general  de Hernando del Castillo, publicado en 1511. Recogen miles de poemas de unos setecientos autores y responde a un arte real (octosílabos) o al arte mayor castellano (versos largos con un marcado ritmo característico). Aun que la temática es muy variada - poesía moral, satírica, alegórica -, es predominantemente amorosa, dentro de los conceptos habituales del amor cortés. Es una poesía artificiosa que refleja no sólo un amor idealizado, sino que esconde erotismo y pasión tras su artificio y sus eufemismos ambiguos, su sutileza y su ingenio, su carácter paradójico y el concepto alambicado.

Tres son los poetas que destacan : Jorge Manrique, Juan de Mena y el Marqués de Santillana.

El Marqués de Santillana, don Íñigo López de Mendoza, (1398-1458), fue uno de los aristócratas más poderosos de su tiempo. Es un representante típico de la nobleza influida por el humanismo prerrenacentista. Reunió una rica biblioteca. Compuso los poemas alegóricos influidos por la Divina Comedia de Dante, el Infierno de los enamorados o la Comedieta de Ponza, así como los Sonetos fechos al itálico modo, un intento, aunque fallido, de introducción del endecasílabo italiano. Es autor también de sus famosas serranillas, de inspiración popular.
Juan de Mena (1411-!456), secretario del rey Juan II, fue un ejemplo de humanista puro, dedicado en exclusiva al cultivo de las letras. Cordobés de nacimiento, no era noble, viajó a Roma donde conoció las nuevas corrientes del humanismo. Su poesía es oscura y complicada por su artificio, por su lenguaje latinizante y su abundante erudición. Es un poeta moral y máximo representante del arte mayor, reflejado esto en su Laberinto de la Fortuna.

Jorge Manrique (1440-1479), era miembro de una de las familias más poderosas de Castilla, entroncada con el antiguo linaje de los Lara. Se dedicó a la política y a la guerra, pero también vivió en un ambiente cortesano en Toledo y estuvo muy influido por su tío Gómez Manrique y el también poeta Lope de Stúñiga. En este ambiente se ecribe una poesía amorosa que sigue las pautas de la escuela galaico portuguesa, y dentro de los cauces del amor cortés. Su obra es muy breve, aparte de las Coplas a la muerte de su padre, tiene unos cincuenta poemas amorosos, tres burlescos y uno de carácter moral. Su poesía amorosa se ajusta  a los moldes de la poesía cortesana, pero, sin embargo, se observa en su poesía un abandono de lo cultista, recargado y erudito y es menos conceptista.
En la Edad Media la presencia de la muerte es continua (pestes, guerras...), en toda Europa existe una preocupación por el tema de la muerte (Danza de la muerte), los artistas la representarán con frecuencia en sus obras, Jorge Manrique no fue una excepción y , tras la desaparición de su padre, don Rodrigo, compuso una elegía funeraria en su honor, en la que se conjugan rasgos procedentes de la Edad Media con otros que anticipan la nueva época que se aproxima, el Renacimiento; este poema ha quedado como el más famoso planto elegíaco del siglo XV, expresado con gran naturalidad y sencillez que prepara esa nueva concepción del mundo y de la poesía. 
     En las Coplas, Manrique muestra las ideas y los tópicos prerrenacentistas :

Medievales:
La fugacidad de la vida y la inevitable llegada de la muerte.
 La muerte iguala a ricos y pobres, nobles y campesinos...
La vida como camino hacia la muerte.
Tópico del ubi sunt? para recordar que todo perece con la muerte y nada ni nadie queda tras ella.
Prerrenacentistas:

Aparece el tema de la Fama, lo único que puede permanecer de una persona tras su muerte.
La fama supone ya una idea de esperanza, propia del Renacimiento. La vida de la fama, conseguida en este mundo es algo imperecedero e inmortal.

Compuso las coplas en 1476, y éstas se publicaron por primera vez en Sevilla en 1494. Está formada por cuarenta coplas de pie quebrado o manriqueñas. Cada estrofa consta de dos sextillas de pie quebrado .

8a         8d
8b         8e
4c         4f
8a         8d
8b         8e
4c         4f

Algunos pies quebrados son pentasílabos en vez de tetrasílabos.

El tema central de la obra es la muerte de Don Rodrigo. Se habla de la brevedad de la vida, la llegada de la muerte, las variaciones de la voluble fortuna... todo ello encaminado a enaltecer la figura de don Rodrigo Manrique. Por esta razón, pertenece al subgénero lírico de la elegía.

En el poema se distinguen tres partes :


1)     Estrofas I-XIII. La idea principal es la fugacidad de la vida, la rápida llegada de la muerte y su poder igualador, enfocado  de forma general.
2)     Estrofas XIV-XXIV. Lo dicho en la parte anterior se ejemplifica a través de casos concretos: la muerte llega a todos (reyes, damas...). Destaca el tema del Ubi sunt?
3)     Estrofas XXV-XL. Se centra en la persona de su padre, presentándolo como ejemplo de virtud, valentía y justicia. En esta parte nos presenta las tres vidas: la terrenal y caduca, la eterna y la de la fama.



Recuerde el alma dormida,
 avive el seso y despierte 
contemplando
cómo se pasa la vida. 
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer, 
cómo, después de acordado, 
da dolor:
cómo, a nuestro parecer, 
cualquiera tiempo pasado 
fue mejor.

Pues si vemos lo presente 
cómo en un punto 
se es ido y acabado,
si juzgamos sabiamente, 
daremos lo no venido
 por pasado.
No se engañe nadie, no, 
pensando que ha de durar 
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de pasar
 por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos 
que van a dar en la mar, 
que es el morir;
allí van los señoríos
 derechos a se acabar
 y consumir;
allí los ríos caudales, 
allí los otros medianos 
y más chicos,
y allegados son iguales 
los que viven por sus manos 
y los ricos.

Este mundo es el camino para el otro, que es morada
 sin pesar;
mas cumple tener buen tino
 para andar esta jornada 
sin errar.
Partimos cuando nacemos
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos,
 así que cuando morimos
 descansamos.

Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos 
y corremos
 que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos 
las perdemos:
 de ellas deshace la edad, 
de ellas casos desastrados 
que acaecen,
de ellas, por su calidad,
 en los más altos estados
desfallecen.

Amigo de sus amigos; 
¡qué señor para criados
 y parientes!
¡Qué enemigo de enenigo! 
¡Qué maestro de esforzados
y  valientes!
¡Qué seso para discretos! 
¡Qué gracia para donosos!
 ¡Qué razón!
¡Qué benigno a los sujetos! 
¡A los bravos y dañosos
que león!

“No se os haga tan amarga 
la batalla temerosa 
que esperáis,
 pues otra vida más larga 
de la fama gloriosa acá dejáis,
aunque esta vida de honor 
tampoco no es eternal 
ni verdadera; 
mas, con todo, es muy rnejor
que la otra temporal
perecedera”.

“-Y pues vos, claro varón 
 tanta sangre derramastes
de paganos,
esperad  el galardón 
que en este mundo ganastes
por las rnanos;
y con esta confianza,
y con la fe tan entera
que tenéis,
partid con buena esperanza
que esta otra vida terce                          ra
ganaréis.”

Así, con tal entender,
todos sentidos humanos 
conservados,
cercado de su mujer 
y de sus hijos y hermanos 
y criados,
dio el alma a quien se la dio 
el cual la ponga en el cielo
en su gloria,
que aunque la vida murió,
 déjonos harto consuelo 
su memoria



LA LITERATURA MEDIEVAL (S. X-jarchas-1499-La Celestina-)


La Edad Media es el período de tiempo que comprende desde la caída del Imperio Romano de Occidente (476) a la caída del Imperio Romano de Oriente (1453), aproximadamente. También se señala su final en 1492, fecha del descubrimiento de América. Suele dividirse en dos periodos: Alta Edad Media (hasta el año 1000) y baja Edad Media (desde el 1000 hasta 1453-1492). La Edad Media literaria va desde el siglo X al año 1499, es decir de las jarchas a La Celestina.
Culturalmente, la Edad Media se caracteriza por los siguientes rasgos:
·       Teocentrismo: el mundo de las ideas gira en torno a Dios. 
·       Jerarquización: el mundo medieval es un mundo rigurosamente ordenado, codificado y compartimentado en todos los aspectos, y el principio de autoridad no se discute. 
·       Didactismo: el analfabetismo es enorme y la literatura es con frecuencia oral, a causa de la carestía de los elementos que intervienen en la confección de un códice, ya que no se ha inventado todavía ni la imprenta ni el papel. Por ello la literatura suele tener tono didáctico. 

En España se caracteriza por los siguientes rasgos esenciales:
1.     Convivencia cultural de musulmanes, cristianos y judíos. 
2.     Sentimiento religioso que afecta a todos los ámbitos de la vida. 
3.     Actividad guerrera presente a lo largo de estos siglos (La Reconquista (711-1492). 
4.     Nacimiento y posterior desarrollo de las lenguas romances. 

PRIMERAS MANIFESTACIONES LINGÜÍSTICAS Y LITERARIAS. LA LENGUA EN LA EDAD MEDIA
Glosas emilianenses  y silentes (San Millán de la Cogolla y Santo Domingo de Silos) en el siglo X:
"Cono ayutorio de nuestro dueño dueño Christo, dueño Salvatore, qual dueño yet ena honore a qual dueño tienet ela mandatione cono Patre, cono Spiritu Sancto, enos siéculos de los siéculos. Fácanos Deus onmipotes tal serbicio fere que denante ela sua face gaudiosos seyamus".
Traducción al castellano actual:
"Con la ayuda de nuestro Señor Don Cristo, Don Salvador señor que está en el honor y señor que tiene el mando con el Padre, con el Espíritu Santo, en los siglos de los siglos. Háganos Dios omnipotente hacer tal servicio que delante de su faz gozosos seamos".


3
Mio Çid Roy Díaz,  por Burgos entrove.
En sue conpaña sessaenta pendones
Exien lo veer mugieres e varones,
Burgeses e burgesas, por las finiestras sone,
Plorando de los ojos, tanto avien el dolore,.
De las sus bocas todos dizian una razone:
“Dios que buen vasallo, si oviesse buen señore!”
4
Combidar le ien de grado, mas ninguno non osava:
El rey don Alfonso tanto avie le grand saña.
Antes de la noche en Burgos dél entró su carta
Con grand recabdo e fuertemientre sellada:
Que a mio Çid Roy Díaz que nadi nol diesen posada,
E aquel que gela diesse sopiesse vera palabra
Que perderie los averes e más los ojos de la cara,
E aún demás los cuerpos e las almas.
Grande duelo avien las yentes cristianas;
Ascóndense de mio Çid, ca nol osan decir nada.
El Campeador adeliñó a su posada;
Así como llegó a la puorta, fallola bien çerrada
Por miedo del rey Alfons, que assí lo pararan:
Que si non la quebrantás, que non gela abriessen por nada.
...
Esto la niña dixo e tornós pora su casa.
Ya lo vede el Çid que del rey non avie graçia
(...)
La oraçión fecha, luego descavalgava;
Salió por la puerta e Arlançón passava.
(Fragmento del Poema de Mío Cid de mediados del XII y principios del XIII, copia del año 1307 del copista PER ABBAT.)
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL CASTELLANO



EDAD MEDIA
SIGLO XVI
SIGLO XVII
SIGLO XVIII
S sonora
S, ss sorda
S sorda

Fijación de las grafías:
Ph>f (philosophía)
Th>t (theatro)
Ch>c,qu (christiano)
Qu>c(quanto) 
Ss> s (serenissímo)
I(cons> y (Vaia)
Ç>z (semejança)
X>j (oxalá)
X=ts (examen)
RAE (1713)
Diccionario de Autoridades (1726-1739)
Ortografía (1741)
Gramática (1771)
Z Sonora
C sorda
C sorda (pronunciación ts)
ronunciación z
G,j sonora
X sorda
X sorda (pronunciación de ch francesa actual)
G, j(ronunciación j: gente, jarro)
B oclusiva intervocálica
V,u fricativa intervocálica
B fricativa

F- > H aspirada1499
No se pronuncia :1501

S. X : Glosas silenses y glosas emilianenses.
Antes del siglo XIII: fluctuación de las grafías, vacilaciones en morfología y sintaxis e indecisión léxica
s. XIII: Fijación de las grafías por Alfonso X El Sabio (1276)
1492: 1ª Gramática castellana (Nebrija)
Expansión del castellano: Canarias y América.

EL JUDEOESPAÑOL, EL SEFARDÍ O EL LADINO
Llamamos así a una variada tradición de canciones que eran cantadas por la población humilde, predominantemente rural, durante el trabajo y en las fiestas. A menudo eran canciones de baile. Muchas de ellas se pusieron por escrito tardíamente, desde fines del siglo XV. Por ello, uno de los principales problemas para su estudio consiste en averiguar hasta qué punto lo conservado refleja lo que realmente cantó el pueblo y hasta dónde intervinieron los poetas cultos al transmitirlo.
La necesidad de manifestar los sentimientos mediante palabras a las que dotaba de un ritmo y una musicalidad ha debido existir desde el origen de los tiempos: antes de iniciar la cosecha o al finalizar la estación de las lluvias, al lado de la vivienda de la persona amada o en el campamento militar, acompañando a la hoz que siega el trigo o a la escoba que limpia la casa, los seres humanos hemos recurrido a las canciones para expresar los más variados sentimientos.  Así nacieron y siguen naciendo estos poemillas cantados que constituyen la primera muestra de lo que conocemos como lírica; es decir, las obras literarias que se caracterizan por la expresión subjetiva de sentimientos, estados de ánimo o emociones.

Si tomáramos cancioncillas de distinta procedencia geográfica podríamos observar que la mayor parte de ellas coincide en los procedimientos expresivos que utiliza (repeticiones, rimas, medida de los versos, utilización de elementos de la naturaleza, etc.), así como en los temas (el amor sobre todo, pero también el trabajo, la distancia, etc.). Si estas coincidencias se limitaran a zonas muy próximas entre sí, cabría la posibilidad del préstamo, del contacto entre ciudades y culturas; pero ocurre que nos encontramos con que en territorios muy alejados (la península Ibérica y Centro Europa, por ejemplo) las más antiguas manifestaciones líricas son muy semejantes. A este fenómeno de nacimiento simultáneo de las cancioncillas líricas en lugares muy distintos lo llamamos poligénesis.

Como podéis suponer, en sus orígenes, la transmisión de estas obras fue oral; pero, a medida que se extendió la capacidad de leer y escribir, se incrementó el hábito de copiarlas, primero en hojas o pliegos sueltos y más tarde en libros. Sin embargo, durante muchos siglos (incluido el que estamos agotando), el único medio de entrar en contacto con una obra literaria ha sido escuchársela a alguien, pues la inmensa mayoría de la población era analfabeta.

En la actualidad nos resulta imposible determinar con exactitud a partir de qué fecha empezaron a circular en la península Ibérica obras líricas en alguno de los dialectos romances, pues, al transmitirse oralmente, se han perdido u olvidado en su mayor parte.  Sólo se han salvado unas pocas piececillas que llamaron la atención de algunos escritores por su gracia o su delicadeza.  Estos autores utilizaron estos poemas populares, unas veces, para rematar sus propios poemas cultos (es el caso de las jarchas) y otras para imitarlas.

A pesar de que nuestra lengua materna es el castellano o español, en el territorio peninsular existen otras lenguas romances (el gallego, el portugués y el catalán) y no romances (el vascuence o euskera).  Además, en el pasado existieron otras lenguas provenientes del latín (romances, por tanto) que ya han desaparecido. Precisamente en una de estas últimas (el mozárabe) se escribieron las jarchas, las canciones líricas más antiguas que conservarnos en la península, ya que podemos datarlas, aproximadamente, en el siglo XI.  
En cada zona de la Península la poesía de tema amoroso presenta sus particularidades, aunque comparten las siguientes características:

     a)     Contenido: la enamorada se lamenta por la pérdida, ausencia o tardanza del amado.
b) Confidente: la muchacha expresa sus lamentos de amor a algo o a alguien: la madre, la hermana, la amiga, las olas del mar, las flores del campo, etc.
c) Motivos comunes: Suelen aparecer situaciones o motivos relacionados con el amor o el encuentro amoroso: el río y las fiestas, como lugar o momento para el encuentro amoroso; la cinta, como símbolo de virginidad, etc.
d) Estructura métrica: Las canciones se suelen adaptar a la estructura paralelística. Ésta consiste en la repetición de los versos, cambiando sólo la palabra de la rima.

Los núcleos principales de la lírica peninsular en la Edad Media son los siguientes:

a.- Núcleo mozárabe (siglo XI)
b.- Núcleo catalano-provenzal (siglo XII)
         c.- Núcleo gallego-portugués (siglos XIII-XIV)
d.- Núcleo castellano (siglo XV)

En los cuatro núcleos podemos encontrar gran similitud de temas, recursos e incluso estrofas, lo que nos hace pensar que los préstamos literarios entre las distintas zonas y culturas de la península debieron ser constantes e intensos. De entre los sentimientos humanos, quizá sea el amor el más intenso de todos; probablemente esta es la razón que justifica que la mayor parte de los textos líricos medievales que conservamos lo tomen como tema, ya sea principal, ya secundario.
NÚCLEO MOZÁRABE: LAS JARCHAS
La lírica española es la más antigua de la Europa románica, desde que Samuel Miklos Stern en colaboración con el arabista español Emilio García Gómez, descubriera las jarchas (1948) en moaxajas hebreas y publicaran un trabajo que descubre la existencia de las jarchas: 20 jarchas, o jaryas, encontradas en manuscritos semidestruidos en la Guenizá de la Sinagoga de Fostat, en El Cairo, lo que dio argumentos suficientes para apoyar la tesis del origen árabigo-andaluz de la lírica románica, desbancando otras teorías anteriores que situaban su origen en la lírica provenzal.
Las jarchas eran el cierre de las moaxajas y solían escribirse en dialecto mozárabe -romance- aunque con caracteres árabes o en árabe dialectal. Son composiciones de dos a cuatro versos, generalmente en boca de mujeres que llaman a sus amantes, o confían su pena amorosa a la madre o hermanas.
Ejemplo de jarcha típica:



¿Qué haré, madre?
Mi amado está a la puerta.

*   *   *

¡Tanto amar, tanto amar,
amado tanto amar!
Enfermaron mis ojos brillantes
y duelen tanto.

*   *   *

Si me amas como hombre cabal,
besa aquí esta sarta de perlas,
esta boquita de cerezas.

*   *   *

¿Qué haré, o qué será de mí,
amado?
¡ No te apartes de mí!

*  *  *

¿Qué faré, mamma?
Meu al-habib est ad yana.

*  *  *
¡
Tanto amare, tanto amare,
habib, tanto amare!
Enfermaron olios nidios
e dolen tan male.

*  *  *

Si queris como bon a mib,
béjame dá l-nazma duk
boquella de habb al-muluk.

*   *   *

¿Qué fareyu, o qué será de mibi,
habibi?
¡Non te tolgas de mibi!

*   *   *



Vase mi corazón de mí.
Oh Dios, ¿acaso me tornará?
¡Tanto es insoportable mi dolor por el 
[amado!
Enfermo está, ¿cuándo sanará?
Vayse meu corachón de mib,
ya Rab, ¿si me tornarad?
¡Tan mal meu doler li-l-habib!
Enfermo yed, ¿cuándo sanarad?

Cuestionario de trabajo

a.- Los sentimientos no se pueden comunicar mediante expresiones denotativas; si le decimos a alguien que nos encontramos tristes no le haremos sentir nuestra tristeza; más que contárselo, debemos sugerírselo.  En las jarchas, a veces se utiliza el recurso que conocemos como desdoblamiento para manifestar el estado de ánimo: la mujer se dirige a una amiga, hermana o madre, que no tiene que estar presente necesariamente, y busca su apoyo y comprensión.  Explicad cómo se utiliza este recurso en las jarchas que habéis leído.

b.- En otras ocasiones se busca la misma finalidad mediante otro recurso: la mujer expresa el sentimiento amoroso refiriéndose a los efectos físicos que produce. ¿Habéis observado esto en alguna jarcha? ¿A qué parte del cuerpo se refiere? ¿Tiene algún significado que sea esta parte del cuerpo? ¿Qué connota?

c.- En las jarchas también es muy frecuente la utilización de repeticiones, apelaciones, exclamaciones y preguntas retóricas. Señalad todas las que encontréis en los textos: ¿Por qué creéis que aparecen tantas interrogaciones retóricas? ¿Qué es lo que éstas resaltan, lo preguntado o la ausencia de respuesta?  Explicadlo. ¿Pensáis que estos recursos tienen alguna relación con el contenido de las jarchas?

d.- En las jarchas que habéis leído habéis encontrado expresiones como “besa aquí esta sarta de perlas / esta boquita de cerezas”. ¿Son reales o figuradas? ¿Aportan algún valor connotativo al texto? ¿Qué recursos aparecen en ellas? Explicadlos.


NÚCLEO CASTELLANO

Se tiene noticia muy tardíamente de la lírica castellana primitiva, es de finales del siglo XV, y la mayoría del XVI. Todavía están presentes en la tradición oral. 
Tema común con las jarchas y Cantigas de amigo: la queja de la mujer por la ausencia de su amigo. Puede tomar la forma de las malmaridadas: a quienes obligan a casarse con quien ellas no quieren; las mujeres obligadas a ser monjas, dejando a sus amigos; las albadas: momento de encuentro o despedida de los enamorados; canciones de trabajo, etc. Métrica y estilo: Su número de versos varía, pueden ser dos, tres o más largos. Es difícil distinguir si son populares o cultos reelaborados por un autor posterior. Derivan de una estrofa primitiva: el zéjel en su elaboración culta a partir del estribillo. Comparten con la Cantiga de amigo recursos como el paralelismo y leixa-pren. En los villancicos sí aparece la naturaleza con elementos simbólicos.ALBADAS Y ALBORADAS
Damos estos nombres a unas composiciones que se refieren al amanecer como momento de separación de los amantes que han pasado la noche juntos (albadas) o como instante de reunión de los enamorados (alboradas), aunque, en general, ambos tipos de poemas suelen recibir el nombre genérico de canción de alba. Del primero de estos tipos de textos (las albadas) encontrarnos manifestaciones en los cuatro núcleos líricos peninsulares, si bien su origen parece ser provenzal; en cuanto a las alboradas, resulta raro encontrarlas fuera de la lírica castellana.

Leed a continuación atentamente los siguientes textos; contestad después en grupo al cuestionario:

¿Cuándo saldréis, alba galana,
cuándo saldréis, el alba?
Resplandece el día,
crecen los amores,
y en los amadores
aumenta la alegría.
¡Alegría galana!
¿Cuándo saldréis, el alba?

*   *   *

Ya cantan los gallos
amor mío, y vete:
cata que amanece.
Vete, alma mía,
más tarde no esperes,
no descubra el día
los nuestros placeres.
Cata que los gallos,
según me parece,
dicen que amanece.

Íos de aquí, amigo mío,
íos de aquí.
Que la gente se está despertando,
y el gallo os dice cantando:
“Íos de aquí”.


*   *   *



Al alba venid, buen amigo,
al alba venid.
Amigo, el que yo más quería,
venid al alba del día.
Amigo, el que yo más amaba,
venid a la luz del alba.
Venid a la luz del día,
no traigáis compañía.
Venid a la luz del alba,
no traigáis gran compaña.




          Cuestionario de trabajo


a.-Teniendo en cuenta lo que acabáis de leer, explicad qué poemas son albadas y cuáles alboradas, razonad vuestras respuestas.

b.-Como podéis suponer, el amanecer tiene en estas composiciones connotaciones muy diferentes para los enamorados.  Señalad y comentad en cada uno de los textos ejemplos concretos que nos permitan apreciar la connotación positiva o negativa del alba.

c.-Albadas y alboradas, como toda la lírica tradicional, utilizan con frecuencia paralelismos y repeticiones.  Sin embargo, su finalidad expresiva no siempre es la misma.  Comparad, por ejemplo, la presencia de las repeticiones en "Íos de aquí..” y en "Al alba venid.. " y explicad qué tipo de sentimiento refuerza este recurso en cada una de ellas.

d.-El poema "Al alba venid.. " es castellano; ¿podríais determinar de qué otro núcleo lírico peninsular ha recibido influencia? ¿Por qué?

e.- Componed cada uno de los miembros del grupo un poema de alba y preguntad a vuestros padres o abuelos si conocen alguna canción parecida; si es así, copiadla y leédsela después a vuestros compañeros.
EL VILLANCICO Y EL ZÉJEL
Villancico era sinónimo de estribillo hasta el siglo XVI, el resto del poema, que se componía a partir de él, es la glosa. A partir del XVI se llama Villancico a todo el poema. Su origen es una estrofa primitiva: el zéjel. El Cancionero de Palacio recoge muchos de estos cantos, que tenían música. La mayoría eran de temas profanos y algunos, religiosos. Estos últimos solían  interpretarse en las representaciones que por Navidad y Pascua se hacían en las iglesias. Cuando estas representaciones fueron prohibidas, quedaron como canciones sueltas asociadas a la Navidad, a las que se fueron añadiendo muchos villancicos profanos y otros de poetas cultos, especialmente durante el Barroco. Así llegó a convertirse en una canción religiosa navideña.

Estribillo



Mudanza




Vuelta
Estribillo

Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas,
y tornaban desmaídas
y las colores perdidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas,
tres moricas tan lozanas,
iban a coger manzanas
a Jaén:
Axa y Fátima y Marién.

El zéjel es una estrofa derivada de la muwaššaha; sus respectivas formas estróficas son “fundamentalmente análogas” (M. Pidal). Tienen forma zejelesca muchas cantigas gallego-portuguesas y los villancicos castellanos, así como muchos rondeles franceses y otros poemas provenzales e italianos.
El zéjel, de ordinario, consta de un estribillo sin estructura fija, que cantaba el solista. De estos cuatro versos, los tres primeros constituyen la mudanza y son asonantes y monorrimos; el cuarto, llamado de vuelta, rima con el estribillo. Servía de señal para el coro, que repetía a continuación el estribillo.
Ejemplo:

[Estribillo]
Allá se me ponga el sol


do tengo el amor.

[Mudanza]
Allá se me pusiese


do mis amores viese


antes que me muriese

[Vuelta]
con este dolor.

[Estribillo]
Allá se me ponga el sol


do tengo el amor.



NÚCLEO GALLEGO-PORTUGUÉS: LAS CANTIGAS

Las cantigas galaico-portuguesas se desarrollaron al Noroeste de la península, en el territorio que hoy es Galicia y Norte de Portugal. Se conservan en el Cancionero de Ajuda, de finales del siglo XIII, y en los cancioneros Colocci-Brancuti o de la Biblioteca Nacional de Lisboa y en el de la Biblioteca Vaticana.
El prólogo del Cancionero Colocci-Brancuti establece cuatro tipos de cantiga: de amigo, de amor, de escarnio y de maldecir. Las cantigas de amigo presentan rasgos comunes con las jarchas: son canciones de mujer que añora a su amante. Destacan las composiciones de romerías o mayos y las que tratan del mar.
Las cantigas, como las jarchas, están escritas en lengua romance, pero en este caso se trata del gallego-portugués, romance en el que siempre ha existido una fecundísima tradición literaria.  Los poemas más antiguos de este tipo que conservamos datan del siglo XII y se siguieron componiendo hasta la primera mitad del siglo XIV. Jarchas y cantigas también coinciden en sus temas, pero no en la métrica: frente a la irregularidad de los poemas mozárabes llama la atención el isosilabismo de los poemas gallegos (esto se debió a la influencia de los trovadores franceses que llegaban por el Camino de Santiago).
Leed ahora atentamente las cantigas siguientes antes de contestar en grupo al cuestionario posterior:

Ondas del mar de Vigo,
¿habéis visto a mi amigo?
Ay, Dios, ¿vendrá pronto?

Ondas del mar alzado,
¿habéis visto a mi amado?
Ay, Dios, ¿vendrá pronto?

¿Habéis visto a mi amigo,
aquel por quien yo suspiro?
Ay, Dios, ¿vendrá pronto?

¿Habéis visto a mi amado,
por quien siento gran cuidado?
Ay, Dios, ¿vendrá pronto?
Ondas do mar  de Vigo,
se vistes meu amigo!
e ai Deus, se verrá cedo!

Ondas do mar levado,
se vistes meu amado!
e ai Deus, se verrá cedo!

Se vistes meu amigo,
o por que eu sospiro!
e ai Deus, si verrá cedo!

Se vistes meu amado,
por que ei gran cuidado!
E ai Deus, se verrá cedo!



Amiga, desde que a mi amigo vi,
él por mí muere, y yo  ando por él
enamorada. 

Desde el momento en que le vi, le hablé,
y él por mí muere y yo de él quedé
enamorada.

Desde que nos vimos, así nos aconteció
él por mí muere y yo ando por ello
enamorada.

Desde que nos vimos, ved lo que hace:
él por mí muere, y yo ando muy
enamorada.


Amiga, des que meu amigo vi,
el por mi morre, e eu ando de sí
namorada.

Des que o vi primeiro lhi falei
e  el por mi morre e eu d´el fiquei
namorada.

Des que nos vimos assi nos aven,
el por mi morre e eu ando per en
namorada.

Des que nos vimos, vedel o que faz:
el por mi morre, e eu and´assaz
namorada.


Cuestionario de trabajo 


a.-Resumid en una frase breve lo que, en vuestra opinión, quiere transmitir cada una de las cantigas.

b.-Como podéis ver, la primera cantiga es fuertemente repetitiva. Analizad su estructura; para ello fijaos qué versos se repiten parcial o totalmente y dónde (por ejemplo, el verso 2 se repite parcialmente en el 5 y totalmente en el 8, pero en posición diferente).  Comparadla después con la estructura de la segunda cantiga: ¿qué diferencias existen? ¿Cuál de las dos posee mayor fuerza expresiva? ¿A qué creéis que se debe?

c.-La utilización del estribillo es muy frecuente en la poesía popular; en ocasiones, éste se mantiene invariable cada vez que se repite, pero otras veces sufre leves modificaciones. Comparad los estribillos de las dos cantigas y señalad las características de cada uno de ellos, los recursos que aparecen y su finalidad expresiva.

d.-Ahora os proponemos un juego: cerrad vuestros cuadernos e intentad repetir de memoria las dos cantigas. ¿Cuál os ha resultado más fácil? ¿A qué creéis que se ha debido? ¿Pensáis que los recursos de repetición tienen que ver con la transmisión oral?

e.-Comparad ahora estas cantigas con las jarchas ya analizadas; señalad todas las semejanzas y diferencias que encontréis entre los dos tipos de composiciones y confeccionad con ellas un cuadro.






Actividad de evaluación.

¡Los gallos ya cantan!
¡Vamos! ¡La alborada!

Aguas de río, que no de mar,
 aún tenemos que pasar.

¡ Ya cantan los gallos!
La alborada. ¡Vamos!
Rafael Alberti

Una característica de la lírica tradicional es su pervivencia hasta nuestros días.  Efectivamente, comprobamos con la lectura del anterior texto cómo un poeta de nuestros días, Rafael Alberti, reelabora este tema tradicional.  Contestad a las siguientes preguntas después de haber leído atentamente el poema:

1.-¿Qué dice el texto?
2.-¿A qué núcleo lírico peninsular podría pertenecer esta composición?  Argumentad vuestra respuesta con datos del texto. 
3.-Señalad y explicad qué significado (connotación) tiene en el poema la palabra alborada.
4.-Estas composiciones, aunque reelaboradas por poetas cultos, siempre han utilizado los mismos recursos que toda la lírica tradicional.  Explicad cómo aparecen éstos en el poema y su relación con el contenido.
5.- Realiza una redacción en la que expliques, con tus propias palabras y con toda la claridad que puedas, cuál era la situación lingüística y literaria (en lo que se refiere a la lírica) de la península Ibérica en la Edad Media.  Utiliza fundamentalmente los apuntes de clase y los ejercicios que habéis hecho, pero también puedes documentarte utilizando libros de texto, historias y enciclopedias, pero no copiar textualmente lo que dicen. Además, si consultas este tipo de obras debes citarlas al final de tu redacción en el apartado de Bibliografía utilizada.
6.- Explica los siguientes conceptos:

Mozárabe:

Cantiga de amigo:

Jarcha:

Glosas:

POESÍA TROVADORESCA

Tiene su origen en Aquitania en el siglo XII. Es la poesía de los Trovadores: son nobles (entre ellos hay reyes, condes, clérigos, burgueses e incluso papas), cultos que componen los poemas y también la música que acompaña a estos. Han estudiado música y también son conocedores de la literatura. Los trovadores, al igual que ocurría con los escritores del mester de clerecía, tienen conciencia de estar ejerciendo un oficio, de ser poetas, son muy cuidadosos y buscan la perfección en sus obras. Las escriben para un público culto y refinado.
  • Difusión: Pueden ser ellos mismos quienes las canten o bien hacerlo los juglares;

  • Características
    Utilizan para expresar sus sentimientos  una lengua romance: La lengua de Oc o provenzal, que se mantendrá como lengua de la poesía hasta el siglo XV.
    Métrica: Cuidan el cómputo de las sílabas, la rima es consonante y puede imitar la poesía popular, entonces aparece la asonancia.
    Temas: Es el Amor cortés. Los poemas se llaman cansó, canción que será sinónimo de poema amoroso. También hay composiciones con temas satíricos.
  • Llega a la Península Ibérica, principalmente a Cataluña; Castilla y León, en los reinados de Alfonso III y Alfonso X, y a Galicia.
La cançó es una composición propia de la literatura provenzal medieval; destinada al canto, en ella el trovador se dirigía a su dama para expresarle su amor.
  • Su pasión amorosa cumplía todas las leyes del amor cortés, desde la total sumisión a la dama hasta el tópico de morir de amor. La dama se describía como un ser casi sobrenatural, perfecto en el orden moral y físico. El trovador, que se consideraba indigno de su dama, podía ser un simple suspirante (fenhedor en occitano), o haber ascendido en la escala del proceso amoroso a las fases de suplicante (pregador), enamorado (entendedor), o incluso al difícilmente alcanzable estado de amante correspondido (drutz). El que padece de amor ha de guardar sobre todo la virtud de la mesura: discreción, humildad, fidelidad y servicio permanente a su señora.
    La cançó provenzal acostumbraba empezar con un canto a la primavera o con una notas descriptivas de la estación propicia al amor, que servían de introducción. La composición se desarrollaba en varias estrofas, en las que el trovador exponía sus contradictorios sentimientos y elogiaba las virtudes físicas y morales de su dama.
    La mesura le impedía pronunciar el nombre de la señora, y lo sustituía por un seudónimo poético o senhal. Los sentidos encubiertos, los juegos de palabras, el artificio conceptista eran frecuentes, con lo que la composición resultaba a veces de difícil comprensión.
  • ¿Qué es el Amor cortés o fin’ amors?
    Es un juego cortesano. Un arte de amar siguiendo las normas de la cortesía. Los protagonistas son el Trovador y una dama. Ella debe estar casada, lo que implica adulterio, pero le da mayor autonomía social. Él no está casado, es joven todavía en proceso de aprendizaje, este juego es una asignatura en su formación.  El amor entre ellos será libremente elegido, al contrario que el matrimonio: un acuerdo entre familias, por conveniencia.
    La cortesía implica nobleza, educación, un trato elegante y delicado; virtudes como la generosidad o la valentía y el gusto por los juegos refinados de las cortes. Ambos son nobles y se aman libremente. El amor es el deseo puro, no se excluyen las relaciones sexuales, y la mayor recompensa es la alegría que proporciona el amor.
    Entre el Trovador y su dama se establece una relación feudal: Él es el vasallo y ella el señor (Mi dons, término feudal que significa mi señor). Está totalmente sometido a ella, es su servidor.
      El enamorado tiene que seguir unos pasos, siempre guiado por el consentimiento de la Señora, quien  le va dosificando su deseo lentamente, puede tardar varios años en conseguir su atención.
    1ª etapa fenhedor, tímido, suspirante, no se atreve a dirigirse a ella a no ser que esta le dé ánimos y pase a la  2ª etapa: pregador, suplicante. Es todavía un aspirante esperando ser aceptado 3ª etapa entendedor o amante complaciente, la dama lo acepta, lo premia con su atención: conversación , caricias, besos y diferentes prendas: cordón, guante o dinero, también es sometido a una serie de pruebas: assag;   última etapa drutz, si la dama lo acepta en su cama: “bajo el cobertor”. La recompensa es el joy
    Hay otros elementos como la senhal o nombre secreto de la dama(ejemplo: Hermosa visión, consuelo, Injusta me sois, Bello paraíso Dulce enemiga, etc; el celar o necesidad de ser discretos y guardar en secreto el amor. Aparecen los celos, la desesperación hasta padecer una auténtica enfermedad.
    Andreas Capellanus escribió, en el siglo XII, De amore, un tratado sobre el amor donde se recogen todas las reglas.


TEXTOS NARRATIVOS, TEXTOS LÍRICOS Y TEXTOS DRAMÁTICOS

ESCENA TERCERA
La Taberna de PICA LAGARTOS: Luz de acetileno: Mostrador de cinc: Zaguán oscuro con mesas y banquillos: Jugadores de mus: Borrosos diálogos. -MÁXIMO ESTRELLA y DON LATINO DE HISPALIS, sombras en las sombras de un rincón, se regalan con sendos quinces de morapio.
EL CHICO DE LA TABERNA.- Don Max, ha venido buscándole la Marquesa del Tango.
UN BORRACHO.- ¡Miau!
MAX .- No conozco a esa dama.
EL CHICO DE LA TABERNA.- Enriqueta la Pisa Bien.
DON LATINO.- ¿Y desde cuándo titula esa golfa?
EL CHICO DE LA TABERNA.- Desque heredó del finado difunto de su papá, que entodavía vive.
DON LATINO.- ¡Mala sombra! 
                                                         LUCES DE BOHEMIA (Valle-Inclán)

ACTO PRIMERO
Habitación de un hotel de segundo orden en una capital de provincia. En la lateral izquierda, primer término, puerta cerrada de una sola hoja, que comunica con otra habitación. Otra puerta al foro que da a un pasillo. La cama. El armario de luna. El biombo. Un sofá. Sobre la mesilla de noche, en la pared, un teléfono. Junto al armario, una mesita. Un lavabo. A los pies de la cama, en el suelo, dos maletas y dos sombrereras altas de sombreros de copa. Un balcón, con cortinas, y detrás el cielo. Pendiente del techo, una lámpara. Sobre la mesita de noche, otra lámpara pequeña.
(Al levantarse el telón, la escena está sola y oscura hasta que, por la puerta del foro, entran DIONISIO y DON ROSARIO, que enciende la luz del centro. DIONISIO, de calle, con sombrero, gabán y bufanda, trae en la mano una sombrerera parecida a las que hay en escena. DON ROSARIO es ese viejecito tan bueno de las largas barbas blancas.)
DON ROSARIO. Pase usted, don Dionisio. Aquí, en esta habitación, le hemos puesto el equipaje.
DIONISIO. Pues es una habitación muy mona, don Rosario.
DON ROSARIO. Es la mejor habitación, don Dionisio. Y la más sana. El balcón da al mar. Y la vista es hermosa. (Yendo hacia el balcón.) Acérquese. Ahora no se ve bien porque es de noche. Pero, sin embargo, mire usted allí las lucecitas de las farolas del puerto. Hace un efecto muy lindo. Todo el mundo lo dice. ¿Las ve usted?
DIONISIO. No. No veo nada.
DON ROSARIO. Parece usted tonto, don Dionisio.
DIONISIO. ¿Por qué me dice usted eso, caramba?
DON ROSARIO. Porque no ve las lucecitas. Espérese. Voy a abrir el balcón. Así las verá usted mejor.
DIONISIO. No. No, señor. Hace un frío enorme. Déjelo. (Mirando nuevamente.) ¡Ah! Ahora me parece que veo algo. (Mirando a través de los cristales.) ¿Son tres lucecitas que hay allá a lo lejos?
DON ROSARIO. Sí. ¡Eso! ¡Eso!
DIONISIO. ¡Es precioso! Una es roja, ¿verdad?
DON ROSARIO. No. Las tres son blancas. No hay ninguna roja. DIONISIO. Pues yo creo que una de ellas es roja. La de la izquierda. 
                              Tres sombreros de copa (Miguel Miura)

HASTÍO
Pasan las horas de hastío 
por la estancia familiar 
el amplio cuarto sombrío 
donde yo empecé a soñar. 
Del reloj arrinconado, 
que en la penumbra clarea, 
el tictac acompasado 
odiosamente golpea. 
Dice la monotonía 
del agua clara al caer: 
un día es como otro día; 
hoy es lo mismo que ayer. 
Cae la tarde. El viento agita 
el parque mustio y dorado... 
¡Qué largamente ha llorado 
toda la fronda marchita!


MICRORRELATOS

EL DINOSAURIO
"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí".
                                           Augusto Monterroso

IMPUNTUALIDAD

Román les despertó como de costumbre, a las nueve. Después de tomar un baño y vestirse, bajaron al comedor. Los señores, que aún no sabían nada, vieron que no estaba puesto el desayuno. Esperaron unos minutos. Llamaron, registraron la casa y el jardín, pero no la encontraron. Entonces hicieron mil siniestras suposiciones. Cuando fue a calentarse el café, la señora de la casa descubrió sobre la mesa de la cocina un papel con letra clara y redonda: “Estoy colgada en la despensa. Suya. Rosa”.

                                                                         José Alberto García Avilés

ESLA

Fascinado por el movimiento que mecía el húmedo lecho que tenía a los pies, olvidó durante unos instantes preciosos la pérdida de altura. Desprenderse del ala en el aire fue fácil y cuando entró en el agua ya se había desabrochado la cremallera del mono hasta la cintura, dentro terminó de bajarla y aflojarse las correas del arnés. A medida que descendía la luz se iba difuminando y antes de quedar en completa oscuridad, pudo ver flotando a su alrededor la enorme tela blanca. Seguía sin comprender por qué se hundía a tanta velocidad. Con dificultad se sacó los brazos del traje y empezó a bajarse los pantalones hasta dar con el duro material de las botas. Fue entonces cuando recordó las palabras de su mujer en la tienda el día que las compraron: No me gusta que tengan cordones, en caso de apuro tardarías mucho en aflojarlos. Dentro del agua los dedos, enredados con los cordones, se volvieron torpes y lentos, sus movimientos se hicieron cada vez más espaciados, hasta que la oscuridad y el silencio lo envolvieron en la profundidad del embalse.
                                                                           Victoria Pelayo (Antología de Rumorvisual, 2011)

EL GLOBO AZUL

El globo azul sueña que desciende sobre un valle plagado de cardos y despierta justo cuando está a punto de estallar. Al advertir que aún flota en el aire se siente tan feliz que comienza a bailar, juguetón, al ritmo del viento. Intenta ascender más, pero no puede: un niño lo sujeta del hilo. Forcejea hasta que se suelta. Ya es libre de remontar hasta el sol. Disfruta durante horas vagando por el cielo hasta que, de repente, la brisa se detiene y un valle agreste acoge su fatal caída. Se sumerge entonces en el vacuo sueño de la nada. Tras pasar allí largo tiempo, se despierta. Y no sabe si está en el paraíso o es que los globos también se reencarnan. Nota cómo se expande y se hincha. Una bella joven le insufla vida a través de sus labios. 

Foto del globo azul pasando por delante de mi terraza

LA COMUNICACIÓN

LA COMUNICACIÓN LITERARIA










Leamos estos textos para reflexionar sobre qué es literatura:


LA GRANADA
Fruto del granado, de figura globosa, con diámetro de unos diez centímetros, y coronado con un tubo corto y con dientecitos, resto de los sépalos y del cáliz; corteza de color amarillento rojizo, delgada y correosa, que cubre multitud de granos encarnados, jugosos, dulces unas veces, agridulces otras, y cada uno con una pepita blanquecina algo amarga. Es comestible apreciado, refrescante, y se emplea en medicina contra las enfermedades de la garganta.
                                                                                                                                                          Definición del DRAE


¡Qué hermosa esta granada, Platero! (...) Ninguna fruta me hace pensar, como ésta, en la frescura del agua que la nutre. Estalla de salud fresca y fuerte. ¿Vamos a comérnosla? ¡Platero, qué grato gusto amargo y seco el de la difícil piel, dura y agarrada como una raíz a la tierra! (...) Ahora, Platero, el núcleo apretado, sano, completo, con sus velos finos, el exquisito tesoro de amatistas comestibles, jugosas y fuertes, como el corazón de no sé qué reina joven. ¡Qué llena está, Platero! Ten, come. ¡Qué rica! ¡Con qué fruición se pierden los dientes en la abundante sazón alegre y roja! Espera, que no puedo hablar. Da al gusto una sensación como la del ojo perdido en el laberinto de colores inquietos de un caleidoscopio. ¡Se acabó!



                                                                          La granada según Juan Ramón Jiménez












Elegía
                          La niña rosa sentada.
                          Sobre su falda,
                       como una flor,
                       abierto un atlas.
                       ¡Cómo la miraba yo
                       viajar, desde mi balcón!
                         
                           Su dedo, blanco velero,
                       desde las islas Canarias
                       iba a morir al mar Negro.


                       ¡Cómo la miraba yo
                       morir, desde mi balcón!
                       La niña, rosa sentada,
                       sobre su falda,
                       como una flor,
                       cerrado, un atlas.
                         
                          Por  el mar de la tarde
                       van las nubes llorando
                       rojas islas de sangre.


            Rafael Alberti: Marinero en tierra.

 
                      
La obra literaria con frecuencia se nutre de la realidad, de la experiencia que el autor ha adquirido a lo largo de su vida; sucesos concretos son reelaborados en ocasiones, pero de tal modo que en el texto adquiere un carácter nuevo, casi desvinculado del momento y del lugar en el que ocurrieron. A este propósito, lea el texto siguiente de Rafael Alberti; esta extraído del segundo libro de sus memorias, tituladas La arboleda perdida (1917-1931):


Esta Sofía era una niña de doce o trece años, a quien en los largos primeros meses de mi enfermedad contemplaba abstraída ante un atlas geográfico tras los cristales encendidos de su ventana. Desde la mía, sólo un piso más alta, veía cómo su dedo viajaba lentamente por los mares azules, los cabos, las bahías, las tierras firmes de los mapas, presos entre las finas redes de los meridianos y paralelos. También Sofía bordaba flores e iniciales sobre aéreas batistas o rudos cañamazos, labor de colegiala que cumplía con la misma concentrada atención que sus viajes. Ella fue mi callado consuelo durante muchos atardeceres. Casi nunca me miraba, y, si alguna vez se atrevía, lo hacía de raro modo, desde la inmovilidad de su perfil, sin apenas descomponerlo.
Esta pura y primitiva imagen, de Sofía a la ventana, me acompañó por largo tiempo, llegando a penetrar hasta en canciones de mi Marinero en tierra, época en la que ya ella había trocado el azul de los atlas y la aguja por un “flirt” dominguero y matinal, a la salida de la iglesia. Y si antes Sofía, a los trece años, me escatimaba una simple mirada de reojo, ahora, ya en la flor de los quince, cada vez que en la calle la encontraba de frente, se encendía de rubor, doblando la cabeza y alterándose toda de tal forma, que  al final era yo el más avergonzado, dejándola pasar, con bien fingida indiferencia, como si se tratase de una desconocida.
Desde entonces, aunque seguí viviendo hasta 1930 en la misma casa, Sofía se me borró del todo, muriéndoseme verdaderamente, terminando por ser tan sólo un bello nombre enredado en los hilos de mis poemas.

En otro lugar del mismo libro nos relata el poeta los problemas con los que se encontró cuando realizó sus primeros intentos poéticos. Vale la pena leer el texto; así podremos comprender que los suyos no eran muy diferentes de los que ahora padecen algunos de ustedes:

                  Vi entonces, con sorpresa, que lenguaje no me faltaba, que lo poseía con gran variedad y riqueza, pero que en cambio mi ortografía era más que deficiente, resistiéndome de cuando en cuando la sintaxis. Empecé a prestar más atención en mis lecturas, observando cada palabra, consultando en el diccionario con frecuencia y no hallando jamás en la gramática solución a mis vacilaciones. El trabajo y el tiempo me fueron arreglando las cosas. Pero nunca del todo, pues aún ahora cuando escribo estoy lleno de dudas.